martes, 1 de noviembre de 2011

Segundo día - Domingo 20/2

Almuerzo campestre en Familia


Desde dos meses atrás fui ordenando un planing para poder llegar a estar con la mayor gente posible y así poder sacarle el máximo provecho a cada día, cada hora… el domingo había llegado, mi primer día en Argentina y muy especial para mí ya que me reunía con mi familia, hermanos, cuñado, tía, primos y sus respectivas familia, mañana temprano desempacando y acomodando lo necesario, por supuesto preparando la cámara de fotos, quien me acompaño en todo momento.

Largo viaje hasta llegar al sitio de reunión, casa de mi sobrino que con sus propias manos construyo su vivienda en madera, largo el viaje ya que él vive a más de 100 Km. de Capital, el viaje hasta allí fue el re-encuentro con sensaciones olvidadas, ver tanto verde y un horizonte plano sin montañas y mar alrededor me daba una sensación diferente, de sitios conocidos pero ya casi olvidados, es que el tiempo se encarga de borrar nombres, calles sitios, dejando en la memoria buenos recuerdos pero sin detalles.

Casi llegando al sitio bien alejado y pasando San Antonio de Areco, nos detuvimos en una estación de servicio, donde por coincidencia nos fuimos encontrando con parientes y amigos allí el comienzo de abrazos y salutaciones.


Mediodía de almuerzo al aire libre en medio del campo, tuvo todo lo necesario para que sea un día bien disfrutado, charlando y haciendo bromas con mis hermanos y primas donde 9 años de exilio no dejan de perder ese cariño que es por y para siempre.

Surgió la idea de dar una vuelta por el pueblo recorriendo sus calles de tierra y con edificios de hace muchos años, una estación de ferrocarril abandonada y campo mucho campo y esa manera de vivir que aún se tiene y disfruta, cuando los hijos pueden estar fuera de la casa sin necesidad ni miedos que les suceda algo malo. Todavía se puede vivir como antes, solo hace falta desprenderse de las ciudades de la furia y vivir con calidad de vida.


Terminando el día junto a una tarde con el sol poniéndose entre árboles, ronda familiar, mate y facturas….que ricas las facturas y con dulce de leche, manjares que en Europa no se pueden disfrutar.

Pudimos ver como se ponía el sol y hasta la salida de la luna entre un monte con toda la constelación de estrellas que acompañaba, momento para tirar un click nocturno hacia el cielo. Se venía el lunes y todos tenían sus obligaciones laborales así que emprendimos el regreso me dormí de un tirón hasta llegar a destino.

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